Es simple: resaltar lo que tu negocio tiene de diferente es lo que te hará destacar sobre los demás. Lo que no es tan sencillo es entender cómo crear una propuesta de valor que represente qué hace, qué valores tiene y qué busca de forma que te diferencies del resto de compañías del mercado.
En este artículo te develamos cómo pasar de tener 0 conocimiento sobre cuál es la propuesta de valor de tu empresa a diseñar una diferenciadora, estratégica y ¡bien cool!
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ToggleIdentifica tu diferencial
Todas las marcas pretenden sobresalir del resto. Continuamente buscamos ser diferentes, despegarnos de la mayoría y llamar la atención para que nuestro cliente objetivo se fije en nosotros.
Sin embargo, esto es un punto clave: no se trata de ser diferente por el solo hecho de ser distinto. Lo que hará que tu marca se destaque será poder brindarle a tu cliente algo especial, beneficioso y valioso para él, y que no pueda encontrar en otro sitio.
Cómo encontrar tu diferencial
Ya te hemos hablado del copywriting. Eso es lo que necesitas ahora. Esta técnica de escritura requiere de mucha investigación y conocimiento de tu negocio. Esta primera parte, la de la búsqueda, te servirá muchísimo para empezar a entender qué es eso que hace que tu empresa pase de ser “una más” a ser “ESA empresa” que resalta. Resulta IMPRESCINDIBLE, en un mundo digital tan saturado y lleno de ofertas, entender qué es lo que tu compañía aporta de diferente.
Caution: Aquí no hablamos de vender estrellas de colores ni de bajar la luna. El diferencial puede ser simple, desde cómo hablas, cómo entregas tus productos o la atención al cliente; da igual lo que sea, siempre y cuando sea exclusivo a tu empresa. ¡Ponte a buscar! Seguro lo encuentras más rápido de lo que crees.
Cómo definir tu propuesta de valor
La propuesta de valor está formada por una o varias frases que resumen los puntos fuertes de tu negocio y, sobre todo, los beneficios que tu cliente obtendrá de tus productos o servicios.
“Una propuesta de valor es una colección de las razones más convincentes por la que la gente debe comprar o contratar tu producto o servicio”. Peter Sandeen
Tu cliente ideal
Tu propuesta de valor va dirigida a tu cliente ideal. Es decir, tu producto o servicio está pensado para un público con determinadas características. Tu producto es perfecto, adecuado, valioso para ese cliente en concreto.
¿Alguna vez has sentido que la descripción de un producto o servicio te habla a ti? Este es el poder de una propuesta de valor sólida y diferenciadora. Desde ella, nace toda la comunicación.
Si tu propuesta es demasiado general y va dirigida a todos, por ejemplo, no le llegará a nadie. Tu cliente ideal irá en búsqueda de una propuesta con la que logre identificarse y sentir “esto es para mí”, “esto es lo que me hace falta”, “esto es lo que estoy buscando”.
Como dicen por ahí: hablarle a todos, es hablarle a nadie.
Cómo construir tu propuesta de valor en 3 pasos
Observa tu negocio
Observa, analiza tu negocio y detecta qué es lo mejor que tienes para ofrecerle a tu cliente, siempre, siempre haciendo foco en lo que tu cliente ideal está buscando y, sobre todo, necesita.
Es un momento para ser autocrítico y pensar en las soluciones que le aportan tus productos o servicios a tu cliente y en lo que tu negocio hace para crear lazos de confianza y lealtad con sus clientes.
Investiga la competencia
Es muy importante que investigues las opciones de tu competencia.
Caution nº2: Nunca para copiar sus propuestas de valor, sino para que ese conocimiento te permita mejorar la tuya y optimizarla.
Ponte en la posición de tu cliente: busca en tu entorno real personas que puedan parecérsele, piensa cómo recibirían un mensaje u otro, por qué llegarían a adquirir tus productos o servicios. Al recorrer ese mismo camino, podrás comprenderlo mejor y hacer la acción inversa: comunicar de dentro hacia fuera.
Reformula tu propuesta de valor
Después de haber conocido las propuestas de valor de tu competencia y también haberte puesto en la piel de tu cliente, estarás listo para reformular tu propuesta de valor.
Seguramente con toda esa información tendrás más claridad de lo que tu cliente necesita y de las opciones que están disponibles. Todos estos elementos te permitirán optimizar tu propuesta con una perspectiva más realista.
Tu propuesta de valor hará que te diferencies de la competencia.
Redacta tu propuesta de valor
En esta instancia ya tienes tu propuesta de valor, pero necesitas redactarla para transmitirla a tu cliente. Apunta estos tips que te ayudarán a encarar esta tarea:
- Sé conciso: Intenta resumir tu propuesta de valor en unas pocas frases. 3 a 5 frases tienen que sobrar para decirlo todo.
- Incluye a quién va dirigida (cliente ideal), el producto o servicio que ofreces (solución) y los resultados de usar tu producto o servicio (beneficios).
- Conversa. Recuerda que le estás contando tu propuesta de valor a tu cliente ideal. Te estás dirigiendo a una persona que está del otro lado buscando una solución, no a un bot (aunque a veces aparecen perdidos por la galaxia digital).
- Mantén la voz de tu marca. Si la voz de tu marca es inspiradora y cercana, tu propuesta de valor también debe serlo. No pierdas tu voz porque forma parte de la identidad de tu marca.
Ya tienes 0 excusas para revisar la propuesta de valor de tu empresa y crear una nueva más divertida, exclusiva y estratégica.
Y una vez que la tengas, tendrás 0 excusas más para contactarnos y hacer crecer tu empresa en el mundo digital.